sábado, 19 de octubre de 2024

CHAIN REACTIONS

No nos movemos del -ya concluido- Festival de Sitges 2024 para hablar de otro de los pases ineludibles: el documental "Chain Reactions" Pero, sobre todo, la consiguiente proyección de "La matanza de Texas" en 35mm. Vayamos por partes (que diría Leatherface... si hablara).
"Chain Reactions" es, como su ingenioso título indica, una reacción al clásico de Tobe Hooper. Y no por parte de su realizador, Alexandre O. Philippe, sino de aquellos a los que entrevista. Sí, es un documental de cabezas parlantes. Algunas muy ilustres. La lista es la siguiente: Patton Oswalt (actor, comediante y suertudo, considerando el aspecto rechoncho y achaparradito que gasta: Su señora es la tremenda Meredith Salenger), Alexandra Heller-Nicholas (ni idea), Takashi Miike, Stephen King y Karyn Kusama (filmmaker). Bien, debo decir, aún a riesgo de que me tilden de machista y demás monsergas, que en este partido las chicas salen perdiendo. Sus verborreas son las más desenfocadas, aburridas y sobreintelectualizadas, especialmente en el caso de Karyn Kusama, quien recurre a la matraca feministoide de turno o compara pasajes de "La matanza de Texas" con cuadros del Bosco, y planos de Bergman y Tarkovsky. Anda ¡no me jodas, Amparo! (se lo perdono por haber dirigido una película tan estupenda como "La invitación")
Afortunadamente, la porción masculina se centra en el aspecto fanatista. Cinefagia pura. Aunque solo el papá de "Carrie" resplandece -¡guiño, guiño!-, y con honores. Al fin y al cabo, de todos los implicados es aquel que tuvo una genuina relación profesional con Tobe Hooper. E incluso compartió escena con él en "Sonámbulos" (cosa a la que alude graciosamente) Lo de King no es únicamente centrarse en las trifulcas relacionadas con el clásico. Se saca de la manga un análisis muy interesante en torno al cine de terror y el cine de horror (marcando gráficamente las diferencias) y menta otros títulos de peso como "Posesión Infernal" o "El proyecto de la bruja de Blair". Delicioso. Solo por él vale la pena ver "Chain Reactions". Lo demás.... pssss.... un poco chapas, en realidad. Ya saben, esa clase de morralla encabezonada en dignificar algo de naturaleza eminentemente popular y que no lo necesita. Su reciente premio en todo un Festival de Venecia tendría que haberme preparado para el susto.
Justo, ese aspecto del documento quedó totalmente en bragas, diluido cual azucarillo, tras consumir la genuina estrella de la sesión. "La matanza de Texas" en una versión de maravillosos 35mm. Para un aficionado de mi porte, que toda la vida la había visionado vía VHSeses, DVDeses o Blu-Rayeses, era una oportunidad que no podía pasar por alto.
Debo decir que, previamente, hizo su introducción Kim Henkel, co-guionista. Dirigió en su día "La matanza de Texas: La nueva generación" alegando aquello de "me gustaría hacer otro tipo de películas, pero solo me dan dinero para esto" Tal vez por eso el hombre tampoco se mostró ni muy hablador, ni muy ocurrente, ni muy simpático. Más bien cumplió con la papeleta y hasta luego Lucas. Ya, ya, es un anciano... pero, no sé, si pudo pillar un avión + coche hasta Sitges... bien podría haber puesto un poco más de interés, oiga. Simplemente estará hasta la polla de tener que hablar de su aventura Texana. Eso es todo.
Antes de que arrancara esta en versión "celuloidíaca", me preparé para la típica remasterización en 45Kas y bla, bla. Cual fue mi agradable sorpresa al encontrarme con una copia localizada en el húmedo sótano de algún cine abandonado y, por tanto, en formato cuadrado, imagen desgastada, rayotes a punta pala, cortes y un sonido tosco de cojones. Dicho de otra forma: Una puta maravilla. Me encantó verla de aquel modo y, sí, creo que, por primera vez, conecté de verdad con ella. Fue como si no existieran las secuelas, los remakes, los cereales, las mantas, los muñecos y las corbatas propias del mierdchandising. Solo "La matanza de Texas" (versión original con subs en.... ¿¿mexicano??) pura, cruda y simple. Un pasote. Su suciedad y sordidez. Su audio medianamente petado. Todo contribuyó a que la experimentara como, supongo, lo hicieran en su día aquellos que la vieron cual novedad, dejándome aturdir por su demencia, caos y locura. Me entretuvo, me hizo vibrar y casi me saltan las lágrimas con ese desenlace seco y abrupto, brutal. Jamás estallé en unos aplausos más sinceros y apasionados.
En una ocasión escribí un artículo para un fanzine comentado lo importante que puede llegar a resultar el contexto a la hora de consumir una película. Y me centraba especialmente en aquellas que, por cuestiones de diversa índole, entonces únicamente eran accesibles a través de copias roñosas y en mal estado, incrementando así sus aspectos semi-oscuros, semi-prohibidos y semi-ignotos, haciéndolas doblemente efectivas. Es algo que se muestra en "Chain Reactions". Todos los perolos verborreantes comentan cómo se desvirgaron con "La matanza de Texas" y, justo, fuese cine, fuese vídeo, siempre se trataba de cintas roídas y cascadas que, como digo, multiplicaban la sensación de sentarse frente a, casi casi, cine "snuff". Por ello, no entiendo a esos espectadores que han puesto el grito en el cielo porque en el pase del festival la versión proyectada estaba tan hecha polvo y no era "la adecuada", reclamando una jodida remasterización en 567Kasnaranja. Para mí fue una decisión en perfecta consonancia con el documental. Disfrutar el clásico de Hooper tal y como sus testigos lo hicieron y, probablemente, tal y como debería disfrutarse al menos una vez en la vida.