Parece raro que un film bélico con Gibson y Sam Neill en el reparto sea tan poco conocido, pero en parte todo ello tiene que ver con el hecho de que, desde su parimiento, todo fueron problemas y, encima, una vez estrenado, se pegó un hostión de aúpa. Los líos arrancan cuando su director y guionista contratado, Phillip Noyce, con un currículum -posterior- notorio ("Calma total", "Furia ciega", "El Santo", "El coleccionista de huesos", "Peligro inminente", "El americano impasible" o la reciente "Salt"), es sustituido por el don nadie Tim Burstall. ¿Motivo?, que Noyce desaprobaba el fichaje, en roles protagónicos, del más bien acabadito y zetoso John Phillip Law. A los productores les molaba Law, y se quedaron con él... y sin Noyce. Así que imaginaos el contraste, Mel Gibson y Sam Neill junto a un prota que le daba al film resultante pinta de ser una Filipinada de quinta regional.
Tal vez por eso, o por algún extraño motivo que desconozco, "Z Men" es una peli que a España llegó en varias ediciones distintas, con carátulas distintas, aunque todas ellas con una misma intención: explotar la presencia de "Mad Max". Y aquí es cuando entra en la ecuación la edición mal parida por los hermanos tontos de "Ízaro Cannon", los míticos "Pícaro Zannon", de los que ya habíamos hablado con anterioridad...
Con la excusa de que el film es una co-producción entre Australia y Taiwan, y se desarrolla durante la segunda guerra mundial, las imágenes utilizadas como base no pertenecen a "Z Men", sino a alguna que otra peli asiática de serie Z.
Una vez maquetado el pitote, vino el diseñador con un par de ejemplares del "Fotogramas" (cosecha del 80 y pico), recortó dos fotos del amigo Gibson, y las pegó ahí, de cualquier manera. Tan obvio resultan, que no me ha costado nada localizar las originales, ambas pertenecientes a la saga "Mad Max" (¡oh, casualidad!). La de la portada está sacada de una imagen promocional de "Mad Max: más allá de la cúpula del trueno", y la de la contraportada pertenece a "Mad Max 2: El guerrero de la carretera". Ahí van...
Hay un detalle más a destacar de esta maravillosa cutre-caratula, y es que, si se fijan, en el reparto NO aparece Sam Neill y, en su lugar, tenemos a un misterioso Oti. No, no se trata de que el diseñador se quedara sin Letrasset, en realidad este caballero existe, es un actor asiático originalmente nacido como O-Ti (vamos, que faltaba el guión).
Misterio resuelto, panza contenta.
Gracias al bueno de Norman Llorente por la caratula y la idea.