jueves, 24 de enero de 2013

EL SEXO ATACA

Si hay una pareja cómica que de verdad se adelantó a su tiempo, que en los años en lo que se estilaba era contar chistes, apostaban por un humor ferozmente surrealista a base de diálogos absurdos, y que además supieron ganarse al público con ese humor, esos fueron Tip y Coll. Sobretodo en sus primeros años. Ya avanzados los ochenta y entrando en los noventa, que aun permanecían en activo,  su humor fue flojeando, eso si, tras 30 años de carrera humorística. A mi lo que me vuelve loco es el look que se gastaban, vestidos de enterradores.
Su paso por el cine, sin embargo, no fue muy brillante. La mayoría de sus intervenciones se limitaban a cameos en películas cómicas para lucimiento de otros cómicos, y la película que hicieron para lucimiento propio, “La garbanza negra que en paz descanse” es algo flojilla.
Por otro lado, no hay director que haciendo un tipo de cine extraño, entre el arte y ensayo y la mamarrachada, y que adaptaba a nuestro cine subgéneros extranjeros como el “Spoof”, la cámara oculta e incluso, mucho más suavizado, eso si, el “mondo”, que conectara tan bien con el publico popular y llenara las salas como Manuel Summers.
Lógicamente, la unión de los humoristas y el director, no podía ser nada malo.
“El Sexo Ataca”, al igual que “Urtain, el rey de la selva… oasí”, coquetea con el género “Mondo” en su vertiente más sexual y blanca, al estilo “Estamos hechos así ¡Ayuda!” o “America de noche prohibida”. Y a parte es la película en la que más se lucen Tip y Coll, y la mejor que hicieron, por supuesto. El guión está escrito a pachas entre Tip y Coll y Summers y estos son los maestros de ceremonias de los extractos que vamos viendo, imágenes de archivo, chistes escenificados, skechts, animaciones y entrevistas a gente especialmente garrula de las calles, vamos a suponer que de Lepe (de dónde era originario el director), explicando, de la manera mas surrealista posible, los intríngulis del sexo, las filias y demás curiosidades.
El título original de la película es “El sexo ataca (primer acto)” ya que, como pasó con “La Biblia en pasta”, Summers quería hacer más entregas de la película, pero como la taquilla en estas ocasiones no era muy alta, ambos  proyectos de saga se quedaron en los primeros títulos.
Es especialmente graciosa la introducción de la película, donde vemos a un presentador de televisión advirtiéndonos que estamos ante una película asquerosamente machista, en la que solo se mostrará el sexo femenino, pero que cuando el estado, la democracia y el gobierno estén preparados, no tendrán inconveniente en mostrar también el sexo masculino. Así durante toda la película vemos a las señoritas en pelota picada, y a los caballeros que las acompañan en  gayumbo largo.
También nos cuentan, a modo de ficción, el rodaje y posterior montaje y doblaje de una película porno, extracto este que resulta especialmente simpático y con el que se cuenta con la presencia del director Leon Klymovsky y donde se “denuncian” los dobles de cuerpo y las dobles versiones, todo ello con un sentido del humor incisivo, que camuflado de chuflilla, va a poner el dedo en la yaga.
Hilarantes resultan las entrevistas a la gente del pueblo, dónde el propio Summers pregunta a las personas de más bajo nivel social cosas tan sencillas como ¿Qué es un orgasmo?. ¿Qué es el clítoris?. ¿Qué es el onanismo?... Las respuestas de la gente son cuanto menos sorprendentes, y dejan claro algo que ya sabíamos: que la gente es tonta. De hecho todo el documental gira en torno a lo mismo, lo idiota que es la gente y lo poco informada que está acerca del sexo.
En las escenificaciones, contamos con la presencia de  no- actores habituales de las películas de Summers como Celedón Parra, y otros profesionales como Gracita Morales, Emilio Fornet, Cristina Galvó o José Riesgo (el entrañable Julián de Barrio Sesamo) y la presencia, además de Kilmovsky, de Jorge Grau.
En definitiva, una película muy divertida e interesante, con el sello del director  en cada uno de los fotogramas, provocadora y adelantada a su tiempo, que recomiendo encarecidamente.