Prueba de ello, es el extraño “Spider-man” nipón, que
haciendo uso de los derechos, los Japoneses destruyeron en forma de tele-serie
al más puro estilo Power Rangers. No le respetaron ni la identidad secreta.
Para esta vez, la tarea de adaptar el cómic de Marvel recayó
en la factoría “Toei animation”, uno de los máximos exponentes de la animación
nipona; suyos son personajes tan archi populares como “Mazinger-Z”, “Los
caballeros del zodiaco” o “Sailor Moon”. Uno de esos tratos incomprensibles
entre Yankees y Japos.
Sin embargo (y teniendo en cuenta que mientras “Tomb of
Drácula” si que es propiedad de la
Marvel, “Dracula” no lo es) esta adaptación bastante libre de
los cómics creados por Marc Wolfman y Gene Colan es una pequeña obra maestra
del cine de animación en general y del anime en particular.
La premisa no es complicada: El Conde Drácula, le levanta la
novia humana a Satán haciéndose pasar por el. Se enamoran, y pronto tendrán un
hijo, que Satan en venganza le arrebatará (y que más tarde resucitará en forma
se súper héroe o algo así…). Cómo venganza también, le convertirá a Drácula en
humano, por lo que esté andará por ahí buscando a las mozuelas que él antes
convirtió, con el fin de que le peguen un bocaito, y así volver a recuperar sus
poderes.
Por otro lado, los descendientes de Jonathan Harker, y de
Vang Helsing, intentarán destruirle.
Obviamente, esta película, poco o nada tiene que ver con los
cómics, en los que aparecían personajes como “Blade” o incluso “Spider- man”, y
convertían a Drácula en un súper villano un tanto atípico. Eso no es óbice para
que los Japoneses se saquen de la manga, también, un Drácula muy “Sui Géneris”.
De hecho, no deja de llamarme la atención el mero hecho de que Drácula, una vez
convertido en humano, lo primero que hace es comerse una hamburguesa… o la
moraleja final, que nos aconseja que olvidemos todo lo que sabíamos de Drácula
hasta ahora, porque aunque vampiro, en realidad se ha tratado de uno de los
grandes hombres de la historia. Cosas de Chinos Japoneses.
En cuanto a la animación, pues la clásica y ochentera de la Toei, es decir, muñecos que
apenas se mueven y mucho movimiento de cámara para que eso tenga ritmo. Una
chapuza.
Pero la historia, el como está contada, lo sórdido del tono
en general, el terror que puede llegar a causar en algunos momentos, y la
propuesta en general ( y les recuerdo que no me va la animación) a mí me ha
encantado.
Dirigen la cosa Akinori Nagaokay Minoru Okazaki
En su momento se estrenó en nuestro video clubs con el
título de “Drácula”. ¿No se acuerdan de haberla alquilado siendo infantes?