jueves, 7 de marzo de 2013

ROBIN HOOD

Este clásico de Disney es una de las películas de mi infancia, no se la de veces que la vi de chaval junto a mi hermana mayor, hace poco la he revisado y me he dado cuenta de los múltiples fallos que tiene e incluso de la desgana de los animadores de la época, y aun así sigue siendo una película que se mantendrá en mi recuerdo.

La historia ya la conocéis, el ladrón bueno que roba a los ricos para dárselo a los pobres, pero en este caso los personajes son animales antropomórficos, es decir animales con características humanas. Robin es un zorro, y el pequeño John un oso. El príncipe Juan, el villano, un león cobarde y el Sr. Hiss, su sirviente, una serpiente. La película nos la narra el juglar de Nottingham, que en este caso es un gallo. Robin y el pequeño John empiezan la película desvalijando al príncipe Juan mientras van disfrazados de gitanas que leen el futuro, si ya la animadversión de Juan por Robin era patente, tras sufrir el robo, aumenta la recompensa por el villano. Para atraparlo Juan idea un plan, organizara un torneo de tiro con arco, y el ganador se llevara una flecha de oro y un beso de Lady Marian. Marian y Robin están enamorados desde jóvenes, y aunque hace años que no se ven, sus sentimientos siguen siendo los mismos. Robin participara disfrazado en el torneo para hacerse con el premio, pero sobre todo para ver de nuevo a su amada. Tras descubrirse el pastel, se organiza una buena revuelta en la que el pueblo entero se mofa de príncipe, es por ello que subirá los impuestos hasta niveles tan altos que todo el pueblo será encerrado en prisión por no poder pagarlos. Cuando en un nuevo intento por atrapar al ladrón de los bosques se dicta sentencia de muerte para el padre Tuc (el curillla del pueblo) Robin y el pequeño John irán en la ayuda de todo el pueblo.

Viendo de nuevo el filme he localizado varios gazapos, como los anillos de príncipe Juan que se llenan o vacían de gemas de una escena a otra, o la utilización del mismo plano y movimiento de personajes hasta en tres ocasiones distintas y con fondos distintos, pero aun así se ve que es lo mismo que ya habíamos visto antes (esto es una escena en la que una conejita se ríe tanto que acaba dejándose caer contra un árbol, pues bien, esto lo vemos tres veces) Conocido es también que en Disney se reutilizaban animaciones de anteriores películas, esto es coger una escena ya hecha, en este caso un baile de Blancanieves con los enanitos, y dibujar encima de los personajes siguiendo los movimientos para tener una escena “nueva” con los personajes de la nueva película. Aquí es la escena del baile en el bosque de Sherwood. Es por estos pequeños fallos y detalles de algo menos de calidad a la que nos tenia acostumbrada la factoría del ratón, que pensaba que esta película la dibujo y animo un equipo B de Disney. Pero revisando las producciones de la época, esta película es de 1973, no veo cercana en el tiempo ninguna película importante en la que estuviera trabajando el grueso de la compañía, así que no se si era cierta desgana, poco presupuesto o qué, pero vista ahora se ve que esta un escalón por debajo de lo que esperaba, y aun así sigue siendo de una calidad abrumadora. En estas fechas que nos movemos es más fácil y barato realizar una animación 3D, así que poco  a poco estamos perdiendo la antigua animación, e incluso lo que es un simple dibujado a lápiz (que atención en este filme podemos ver muchos trazos de lápiz sin borrar) y es una pena. Yo se la pienso poner a mi hija cuando tenga algo más de entendimiento, porque además tiene una preciosa banda sonora. ¿Una película menor de Disney? Puede que sí, vista en perspectiva, pero sigue siendo un clásico, y los clásicos nunca mueren.