Sea como fuera, Bautista, que falleció el pasado mes de
Junio, es el responsable de las
películas más características de esa cinematografía, las correspondientes al
humor Sevillano. Lo curioso es que una figura tan importante para ese
movimiento en realidad rodó poco, apenas tres o cuatro películas.
La primera de todas ellas fue esta “Se acabó el petróleo”,
primera del díptico que forma junto a “Los alegres bribones”. Estas películas
serían muy sencillitas, confeccionadas para que los cómicos, de los que sirve como vehículo de lucimiento, hagan de las suyas contando sus
chistes, que es en su mayoría a lo que se dedicaban ellos. Así tenemos
a Pepe Da Rosa, a Paco Gandia y a
Josele, metidos en una sucesión de pseudo-scketchs a los que se le añade la sub-trama
de corte social de la falta de petróleo en el planeta, haciendo que el
personaje de Da Rosa, que interpreta a un obrero de la construcción, se haga
pasar por el ayatolá del petróleo, clavado a el, que se pasa por Sevilla. De
mientras, Josele vende cupones y castañas en el centro de la plaza.
Bien, juzgar esta película como a una comedia estándar de la
época es un error, puesto que el principal fin es agradar al público
de la región. Obviamente, con semejante plantel de artistas, lo consigue con
creces, así que al resto de la península, nos la suda. Incluso conmigo,
madrileño amigo del humor más chabacano y pobre, poco amigo de la
intelectualidad porque los supuestos intelectuales deciden que lo chungo y
chabacano está reñido con la intelectualidad (que patada en la boca les daría),
pero sabiendo diferenciar, siempre, este humor del más inteligente, también me funciona. Y, soberanamente, me divierte el ver
las conversaciones telefónicas en las que Josele, plagiando sin vergüenza alguna
a Gila muy malamente, se equivoca en las palabras y las expresiones intentando
crear una situación cómica, eso si, más propia del medio televisivo que del cinematográfico.
Pero está bien. Su total falta de pretensiones, el querer
desmarcarse del cine al que debería adscribirse, que es la españolada, y el
hecho de ser algo rodado con muy poquitos medios en un lugar muy concreto,
convierten el producto en algo nuevo y a tener en cuenta, al menos, por los
verdaderos cinéfilos.
Eso si, aunque entretenida y simpática, es bastante inferior
que la película que le precede, “Los Alegres Bribones”, infinitamente
más divertida, y se despoja de todo el rollo social, que no le interesaba a
nadie.