“Slasher” de nacionalidad Alemana, estúpido y de estética muy colorida y alegre,
que obviamente, y probablemente por el total desconocimiento del director de
la existencia del género que se atreve a filmar, no se nutre de la
formula ochentera, sino de la noventera, siendo deudora, totalmente, de los
“Screams” de Wes Craven y Kevin Williamson, de “Se lo que hicistéis el último verano”
y demás, tomando sus estructuras,
formulas y giros argumentales finales.
Una absoluta porquería con un asesino que no solo es que
apenas haga acto de presencia, sino que además, intentando convertirse en un icono
germano, de puro exagerado que es resulta ridículo y caricaturesco.
Ya no solo por esos coloridos de comedia
adolescentes, sino porque el puto asesino se dedica, también, a matar a los
perros que se le cruzan por delante esta puta mierda ya me cae antipática.
Ahora, algún cafre de los que leen esto, se le pondrá gorda,
solo porque la bazofia esta tiene buenas dosis de salpicones sangrientos.
Y ¡que coño! La spoileo. Al final el asesino es la
protagonista, el travestido solo es producto de su imaginación. Que original.
Una peste que no sirve absolutamente para nada ya que,
efectivamente, los “slashers” han de ser aburridos, pero este, además de serlo,
y no por contemporáneo, es que es
absolutamente deleznable. Más que un homenaje al género, directamente, se caga
en el. Y es que ¿Qué coño sabrá un Alemán? Al lado de esto, cosas como “Tuno
Negro” o “School Killer” eran obras maestras. O al menos, más conscientes y
honestas.
El alemanito que se dirige esta mierda, con gafitas y cara
de bueno, y que flipó con “Scream” se
llama Michael Karen, que habiendo hecho un par de películas para
cine, esta entre ellas, su carrera se basa en productos televisivos varios.
Como un director video-clubero americano, pero de Alemania, lugar donde sus
productos televisivos no son muy populares precisamente.
No la vean.