Quizás es que uno ya está curtido y se insensibiliza ante
todo lo que ve en una pantalla sabiendo que es ficción, pero si es cierto que
otras películas en la misma línea, como la recientemente editada por “Vial of Delicatessens”, “The Bunny Game”, quizás
mejor rodada, técnicamente menos cutre, lo único que consiguen es mi es
una sensación de pasividad pasmosa. No me provocan nada. Así bien, si digo que
“The Bunny Game” me pareció hasta entretenida, si que he de decir que en
realidad este subgénero es una absoluta mierda, no es cine, más bien defeca en
el cine, es como el “Ultra Gore” Alemán, pero con menos talento aún, ya que si
el subgénero germano procura al menos cierto estatus a la hora de mostrarnos el
gore, esta corriente americana se lo ahorra, con lo que al final, lo que
estamos viendo son vídeos semicaseros con muy mala baba.
Pero el público ya no pica, me parece a mí.
El caso de este “Pig” fue sonado.
La película muestra, básicamente, como un redneck tortura,
golpea, folla, mata a una serie de personas que tiene secuestradas por ahí, por
los alrededores de su autocaravana. La marcada de paquete está en que la
película cuenta con un plano secuencia de 70 minutos. El fallo es que el
espectador nota en todo momento los trucos que usa para meter el corte, y la
realidad es que es una película malísima y Adam Mason, su director, tan
inútil, que consigue que una cosa que en un principio ha de provocarnos arcadas
por lo que vemos, nos cause una partida de culo monumental. Toda ella, todos
los métodos que usa el Psycho Killer que la protagoniza, son verdaderamente
ridículos. El momento de mayor hilaridad llega cuando después de ver como
aniquila a una muchacha, como se bebe su sangre, como le saca las visceras y se
las obliga a comer a otra muchacha que tiene por ahí, sube hasta una especia de
jaula que tiene un poco más arriba del lugar dónde opera, y vemos a una chica,
que hace como de retrasada mental que es tan mala actriz, que no podemos más
que descojonarnos. Máxime, cuando haciendo ver que está embarazada lleva puesto
un enorme cojín, que se mueve constantemente, ya que la retrasada va de arriba
abajo jugueteando con la sangre y víctimas que su compañero redneck va dejando
a su paso.
Para colmo de males, al final de la película, en un alarde
de querer ser original, el director nos prepara un final sorpresa
increíblemente estúpido. En definitiva, que esta pedazo de mierda está más
cercana a aquella basura titulada “La Matanza Caníbal de los Garrulos
Lisergicos” que a cualquier cosa malrollera existente. Verdaderamente es
espantosa.
En su momento, con una campaña de marketing idiota que
consistía en que incluso el propio director despreciara su película soltando a
la prensa perlas tales como “No
qusiera que mi familia y amigos la vieran y, honestamente, me importaría una puta
mierda si no la viera nadie” o “Es una película asquerosa, construida a base de
máximo desprecio”, causaron el efecto contrario y consiguió que nadie quisiera
distribuir esta puta mierda. Entonces, como honestamente, al director le
importaba una mierda que no la viera nadie (puto falso e hipócrita de mierda…),
ante la imposibilidad de poder darle una vida comercial a la película, decidió
colgarla en internet de forma gratuita para que todo el mundo se la pudiera
bajar. Menudo subnormal el Adam Mason este.
El director, responsable
también de otra mierdecilla titulada “Broken”, sigue erre que erre a lo suyo,
mientras escribe guiones para películas de Al Pacino como la reciente
“Misconduct” aún inédita.