Centrada sobre todo en construir una atmósfera altamente inquietante gracias a su escenario natural (Venecia), tempo, estilo visual y una magnífica partitura (cortesía de ese genio de las notas que es Pino Donaggio, compositor al que admiro por sus maneras barrocas y al que he mangado -y seguiré mangando- más de lo legalmente recomendable), lo que realmente le dio popularidad en su día a la película fue una secuencia en la que los protas reposan en pelota picada con toda normalidad y naturalidad. ¡Ya ven!.
Siempre la tuve en gran consideración, como una peli genuinamente escalofriante. Pero la última vez que la revisé no hace mucho se me hizo pesada y no funcionó tan bien conmigo. Tal vez la encontré algo anticuada, aunque continúo valorando sus aciertos estéticos y, repito, sonoros. Sí es cierto que el "gag final" sigue siendo efectivo, aunque desde luego menos que cuando lo ves por primera vez.
No sé, a lo mejor si me la pongo dentro de unos años recupere esa buena impresión inicial... hasta entonces, les dejo aquí sus fotocromos y les invito a que la vean y saquen sus propias conclusiones. Independientemente a su capacidad de gustar o no, lo que nadie puede negar es que "Amenaza en la sombra" gasta personalidad y carácter, cosas que hoy día se echan bastante de menos en el séptimo arte (aunque haberlas, haylas).