No obstante, nunca se suele recordar, ni mucho menos,
reivindicar –cosa que me extraña con toda la fiebre revival que hay actualmente,
en la que una serie de televisión al estilo de los ochenta como es “Stranger
Things” es reivindicada hasta la exageración, basándose en el único pretexto de
estar rodada al estilo del cine fantástico de los ochenta, lo que es estúpido
porque en realidad el cine de los ochenta no estaba rodado así… pero como somos
idiotas…- una película genuinamente videoclubera como es “Control Remoto”
firmada, claro, por Lieberman.
Y me ha resultado curiosísima, porque se trata de una
película postmoderna de los ochenta. Quiero decir, no lo es hoy, lo era en su
momento. Porque ofrecía una visión
alterada de lo que se supone que era el cine de ciencia ficción de los
cincuenta, nos lo vende como algo cool y
molón –cuando en realidad en su momento no lo era- que sirve para que los modernitos ochenteros
se echaran unas risas viendo aquellas pelis tan desenfadadas… ¡exactamente lo
mismo que pasa hoy con las películas de los ochenta, que se nos muestran con
una visión alterada de lo que realmente eran!
Además, son tres las décadas que han pasado desde que
Lieberman se basase en la Serie B de los
cincuenta, al igual que tres son las décadas que han pasado ahora de la era
Spielberg.
Y sin embargo “Control Remoto” era una película muy actual,
muy de su tiempo que tenía como premisa principal el boom sociocultural del
momento; las cintas de vídeo y el vídeclub. Como si hoy se hiciera una película
en la que el uso del Internet está a la
orden del día.
Por eso, olvídense de películas con la era del vídeo como
temática principal como “La Muerte viaja en Vídeo” o “Terrorvision” como
reflejo de la época, que la más fiel, y la en la que mejor se ve la
evolución de los tiempos es “Control
Remoto” puesto que ya no existen los videoclubes y los ochenta son objeto de
todo tipo de exaltaciones como en esa película lo eran los cincuenta. Eso no es
óbice, para que “Control Remoto” sea mala a rabiar. Pero muy vistosa, muy
ochentera de verdad.
Cuenta la historia de una película titulada asimismo
“Control Remoto”, que está en alquiler en los vídeclubes. Una película de los
años cincuenta que cuando la ves te hipnotiza, apareces dentro de ella, y en
consecuencia mueres.
El empleado de un Videclub se da cuenta de que esta película
está matando a la gente y destruye todas las copias que tiene en el
establecimiento en el que trabaja, pero pronto se movilizará para destruir
todas las que le sean posible, por lo que toma contacto con el sello que las
distribuye.
Pronto se dará cuenta de que esa película es en realidad una
forma que tienen los extraterrestres de conquistar nuestro planeta, por lo que
se enfrentará como buenamente pueda a ellos.
Mala, sin ritmo, tontorrona… ya saben la Serie B de los
ochenta. Nada que no pudiera imaginarme en el momento que le di al play al
reproductor. El tono general de la película, no obstante, es de comedia.
“Control Remoto”, película concebida desde el principio como
“Direct to video”, al igual que la
canción “Video Killed the Radio Star” de “The Buggles”, aparece en una
época en que todo parecía indicar que el Videoclub iba a matar la sala de cine
–de hecho, el videoclub en el que transcurre gran parte de la película está
construido en el interior de un antiguo cine, idea esta que mola mucho- y la
película entera se convierte en una oda al medio. Curiosamente, esté quedó
obsoleto ya hace mucho y sin embargo, muerto y enterrado el VHS, las salas de
cine sobreviven, aunque como pasó con el video domestico en aquel momento,
parece que Internet va a acabar de matarlas. ¿Se dan cuenta de los
paralelismos? A mí todo esto me resulta fascinante.
Más allá de eso, la película es un batiburrillo de
personajes que van y vienen, efectos especiales chabacanillos pero resultones
y, en un alarde de posmodernidad, chicas que se cardan el pelo como las chicas
de las películas de ciencia ficción de los cincuenta, de la misma forma que hoy
se recrea en las películas actuales ciertas estéticas de los ochenta y noventa.
En su momento, la película ya era posmoderna, como
posmoderno puede resultar el hecho de verla hoy solo porque es posmoderna ¿me
he explicado? A su modo, y salvando muchísimo las distancias, “Control Remoto”
podía ser un ejemplo de típica película que ofrece una nostalgia mal entendida,
como lo es hoy “Kung Fury”, solo que aplicando mal los conceptos y tópicos del
cine de los cincuenta, como “Kung Fury” lo hace con el de los ochenta ¿me he explicado bien?
Como curiosidad está bien, más allá de eso… Ni a Jeff
Lieberman le gusta excesivamente.
En el reparto, por citar un par de nombres destacables,
tenemos a Kevin Dillon, el hoy popular hermanísimo de Matt Dillon, que lo peta
con la serie “El Séquito”, y Jennifer Tilly
que estaba igual de buena que ahora, pero que no era todavía famosa.
Para que se hagan cargo de la situación, y puesto que nadie
la había vuelto a editar desde su lanzamiento en vídeo en 1988, el propio Jeff
Lieberman, conmemorando el 25 aniversario de la película, se autoedita en DVD y
Blu Ray, una edición limitada del film, a la venta en su página web, cuyo
principal atractivo (aparte de los extras que pueda traer) es que es DVD
prensado. Pero ni se molesten en ir a comprarla… ya está agotada.