viernes, 29 de mayo de 2009

GHAJINI

Primer producto genuinamente "bollywoodiano" que veo y, probablemente, el último. Estamos ante un "Memento" hindú sobrado de medios, pero carente de originalidad alguna y que solamente entretiene a ratos.
A un tipo le dan con una barra de acero en la cabeza. Como consecuencia, perderá la memoria a intervalos de quince minutos. Decide vengarse de sus agresores para lo que irá escribiendo notas, mensajes y haciendo fotos, con las cuales poder recordar que tiene que vengarse y de quien.
En fin, una trama que ya hemos visto antes, más torpe y aburrida que la de la película de Christopher Nolan, pero rodada con muchos más medios. El diseño de producción es tremendo, la fotografía de colores chillones única y el montaje frenético, aunque también innecesario. Por ejemplo, tenemos una secuencia tan sencilla como la del prota quitándose la camiseta para leer los mensajes que se ha tatuado en el cuerpo, estirada 
excesiva y gratuitamente solo para mostrarnos un puñado de efectos de edición. Claro, luego no te extrañen las tres horazas que dura esto.
Le vas pillando el hilo, te engancha, pero con la misma facilidad lo sueltas, te aburres y vuelves a pillarlo.
Y como en todo buen producto de "Bollywood", no pueden faltar los numeritos musicales, que efectivamente no pegan nada... pero los meten con calzador, inventando empleos a los protagonistas (cantantes, actores, modelos) en los que tengan que cantar y bailar. Una excusa ridícula para meter las ridículas cancioncitas.
Como ya he dicho, tres horazas de metraje. Son muchas para algo como esto. En definitiva, que la película de A.R. Murugadoos sorprende por esos aires de superproducción que se gasta, pero luego el ridículo y el aburrimiento (y los números musicales) se la cargan del todo.