miércoles, 1 de julio de 2009

ROJO SANGRE

Este fin de semana, comentaba con Naxo que una de las películas más soportables de Paul Naschy, es ROJO SANGRE, así que he decidido repasarla.
Y si ya de por si me gustó cuando la vi en el cine, con este nuevo visionado me ha gustado aun más.
Pablo Thevenet ( que nombre tan Naschy!) es un actor que en su momento fue muy grande, pero que en la actualidad no le dan trabajos ni siquiera de extra.
Su agente le consigue un trabajo como animador de puerta en un puti club regentado por un tipo de lo más extraño.
Como Thevenet considera que no trabaja en el cine por culpa de los actorcillos provenientes de las series de televisión y programas de cotilleo, aprovecha que en su trabajo actual tiene que disfrazarse de asesinos celebres para matarlos a todos, incluidos aquellos que le puetearon en algún momento de si vida.
De por medio, una compañía que se dedica a filmar películas snuff, le contrata.
A ver, la película está muy entretenida, pero el argumento es bastante confuso. Mi cerebro llega a alcanzar, que el prota, firmando el contrato de animador de puerta, a firmado un contrato con Satanás, pero no comprendo que pintan en todo esto los de las películas Snuff.
Pero lo que verdaderamente me gusta de esta película, son las cantidades industriales de Odio que desprende el guión (firmado por el propio Naschy), que toma un nombre ficticio para interpretar ( es un decir) a un actor que ha protagonizado las mismas películas que Naschy protagonizó. No se corta ni un pelo en decir con todo el morro los títulos de algunas de estas. Ni de lanzar feroces puyas a sus enemigos. Con esta película, Jacinto se desquita a gusto, se caga en todo y en todos en la industria y lo hace con un guión ridículo, como solo el sabe hacerlo ( se detecta con facilidad cuando unos diálogos han sido escritos por el propio Molina), pero efectivo y divertido.
En el apartado carnaza, la película, que podríamos meterla fácilmente en el saco del Slasher, cumple, con algunos destripamientos la mar de jugositos.
En fin, que estamos ante una película fascinante en su patetismo, y bien realizada por Christian Molina ( no, no es hijo de Paul) que debutaba con esta producción que vio muy poquita gente, para luego seguir con DIARIO DE UNA NINFOMANA, que le crearía alguna polémica.