Bien, sinceramente, la saturación zombie lleva ya mucho
tiempo haciendo mella en mí, con lo que huyo de todo lo que huela a zombie.
Incluso Romero me da ya mucha grima, he
cogido asco al muerto viviente, a su moda –que está ya pegando sus últimos coletazos-
y en especial, huía, precisamente, de los libros de Loureiro.
Luego, en cuanto a cómics, compro poco, cosas muy concretas
o que llamen la atención en mí, y jamás, habría comprado un cómic de zombies,
basado precisamente en estos best sellers. Pero, se dan las circunstancias de
que el autor del dibujo es un muy buen amigo mío, Vicente Vegas; ha diseñado
dos de los tatuajes que llevo en mi cuerpo, y me gusta mucho como dibuja, así
que hice una excepción en esta animadversión mía hacia los zombies con este
cómic. Así que, como comprenderán, no puedo ser objetivo con esta obra, me la
he zampado de una sentada, y me ha encantado. Pero aún no siendo objetivo,
criterio, creo que no me falta cuando les aseguro que estamos ante un muy buen
cómic. Gran dibujo, buen guión, y una historia, que sin ser nada original
dentro del género (decir que se desarrolla en España como punto a favor, sería
decir lo mismo de “Juan de los muertos” solo porque la historia transcurre en
Cuba), si que nos encontramos ante una historia, al menos interesante.
Un abogado Gallego que vive desde un primer plano una
pandemia zombie que comienza en el este de Europa y que se expande por el mundo hasta llegar a España.
Se resiste a abandonar su hogar ya su gato Lúpulo, hasta que considera que será
más seguro escapar de ahí hasta el cacareado “Punto seguro” al que hacen
alusión los informativos. Tendrá que vérselas con todo tipo de zombies, hasta
que, en pleno puerto de Vigo, topa con unas gentes del este que le
extorsionarán (a el y a otro grupo de extranjeros) para que vaya a buscar un
maletín. Junto a otro del grupo, el piloto ruso Víktor, planearán llegar hasta
la base aérea dónde tiene el piloto su helicóptero, con el fin de ir con el a
las Islas Canarias, lugar este que consideran seguro.
Supongo que los fans de los zombies, es esto lo que piden.
En cualquier caso, la composición de los planos, por supuesto, los dibujos de
Vegas, y que la historia está interesante y engancha, hacen que merezca la pena
gastarse los dineros en este álbum, porque igual que les digo que se trata de
algo tan trillado como una pandemia zombie, también les digo que este cómic es
una rara avis en España, que muy poquito tiene que envidiar a cualquier cómic americano
dedicado al género de terror. Y además, el álbum es de los que quedan de
putísima madre en las estanterías.
Edita Panini, en cartoné, y desde luego, todo amante del
cómic español que se precie, debería tenerlo en su colección.
Como extras, algunos portafolios de Vegas, así cómo diversas
ilustraciones de los socios de Vegas,
los “Bull Danm”, Kenny Ruiz, Víctor Santos y Joan Fuster, entre otros.
Muy recomendable… pero yo quiero más referencias de Vegas
¡que no sean de Zombies!