Se trata de una película tan, tan coñazo, rodada con tanta
desidia, que entre la falta de concentración de un servidor ante tamaña mierda,
y que no está explicada con demasiada habilidad, la sinopsis que alcanzo hacer
es la siguiente:
Resulta que el gobierno ha creado una especie de súper
soldado sintético para que campe por el desierto para hacer no se que demonios.
Por otro lado, en un laboratorio han plagiado el soldado, y les ha salido un
tanto defectuoso, por lo que a este le dará por asesinar a todo bicho que se
meneé, además de reproducirse
asexualmente cada veinticuatro horas. Un gañán que se parece a Steve Guttenberg
y una muchacha, investigaran en los dominios de su desquiciado creador, con el
fin de poner fin a estos soldados asesinos con pinta de alienigenas.
“Syngenor, el soldado del futuro” es la enésima consecuencia
de “Alien, el octavo pasajero” en el sentido de que, para diseñar sus soldados,
se han basado, obviamente, en los diseños de Giger. No obstante, no dejan de
ser señores disfrazados. Sin embargo, y lejos de parecerse a los de “Alien”,
cuando hacen acto de presencia estos señores disfrazados, se asemeja mucho más
a las “Monster movies” de los años cincuenta. La cabeza de los soldados es rígida, no agitan ni una pestaña, y los
actores se mueven torpemente dentro de su disfraz. No obstante, son el único
motivo por el que ver la película, aunque esto no sea suficiente para
justificar el visionado.
Por otro lado, como creador megalómano y borracho de poder de los soldados plagiados,
tenemos a un David Gale post “Re-animator”, que nos ofrece un recital de
histrionismo en la recta final del film, que si que nos proporciona las risas
que intuimos que vamos a sufrir antes de darle al play. Con todo, eso tampoco
sería suficiente.
El hecho de que la película no contenga ni tan siquiera una gotica
de sangre, cosa esta que pide a gritos, las eternas e
insustanciales conversaciones que le dan grosor al metraje, y unas tetas
metidas ahí con calzador, no provocan la solaz del espectador. El tempo
interminable y lo estúpido de todo el tinglado hacen de “Syngenor, el soldado
del futuro” uno de los zurullos más insoportables del mundo.
Dirige esto George Elanjian Jr. Cuya filmografía se reduce,
como no, a programas y series de televisión.