martes, 21 de mayo de 2013

PENITENCIARÍA II

Algo de dinero le reportaría a Jamaa Fanaka la primera “Penitenciaría”, porque poco después, esta vez  ya despojado de ínfulas artísticas, rueda la secuela de su peli más famosa, con la siguiente premisa:
Estando Martell “Too Sweet” en libertad condicional, y llenándoseles a todos la boca con la frase “condenado por un crimen que no cometió”, pretende despojarse de su pasado boxístico carcelario al que, sin embargo, todos sus allegados quieren darle continuidad.
Un antiguo preso compañero suyo que se la tiene jurada porque nuestro protagonista no accedió a ser enculado por él en la celda, viola a una amiguita de Martell, por lo que de buenas a primeras, decide colgarse los guantes para demostrar que puede ser alguien (¡).
Así que en el gimnasio le colocan a los mejores entrenadores, entre los que figura Mr. T ¡¡haciendo de si mismo!!, con el fin de volver a prisión a disputar un combate. Será vencido, no sin recibir después la revancha. ¿Les suena esto?
Obviamente, para esta película, Fanaka se inspira indirectamente en la saga de “Rocky” que tan buenos resultados le dieron a su amigo Silvestre Stallone. De hecho, se rodó a la vez que “Rocky III”, y fue Stallone quién sugirió a Fanaka que contratara como actor a Lawrence Thero a.k.a. Mr.T, para  un papelito. Y ahí le tienen, haciendo sus apariciones como entrenador terriblemente vistosas, acompañado de una lámpara de genio que expulsa una suerte de humo violeta…
“Penitenciaría 2”, aunque menos pretenciosa que su predecesora, no llega al (mínimo) nivel de esta, y a pesar de ser más de género, sin embargo es terriblemente aburrida, larga, pero también se nota que el tema se termina ya con la primera película, y aquí ya es estirar el globo hasta que revienta.
Luego está el tema del humor; Fanaka se desmarca por ahí con un par de gags, que no obstante, no funcionan. No así las dosis de humor involuntario que también lo hay; valga como prueba el eterno plano final por el que, superpuesto, va apareciendo el rodillo de créditos en el que todos los actores, desde el ring, bailan y saludan a cámara, algunos de ellos con la expresión de “por favor que el director diga ¡corten!” en sus rostros.
En cuanto al plantel, además de León Isaac Kennedy y Mr. T (que hace de bueno, para cambiar de tercio), encontramos nombres a posteriori populares, como los de Ernie Hudson (visto en “Cazafantasmas” o “Kamikaze Detroit”), Glynn Turman (“Gremlins”, “Hombres de honor”) o un jovencito y diminuto Tony Cox, el elfo de “Bad Santa” y un habitual de las películas de Aron Seltzer y Jason Friedberg, quienes, por cierto, meten baza en la nueva “Scary Movie 5”.
Mala, malísima, sórdida y cutrona, “Penitenciaría 2” en realidad ha perdido todo con el paso de los años. Es prácticamente inaguantable. Aún así, Fanaka rodó, poco después, una tercera parte bastante superior, convirtiendo el pifostio en trilogía.