No gustándome el cine clásico en general, y si gustándome
ese primer “Psicosis” en particular, he de decir que me gustan infinitamente
más las secuelas (a excepción de “Psicosis IV” que es un telefilm de lo más
chungo). Ahora pueden cargar sus armas, que recibiré las balas, eso si, cubriéndome
con un escudo de adamamtiun.
Yo entiendo la importancia del primer “Psicosis”, entiendo
que es un precedente a la hora de tratar el terror tal y como es hoy y todo eso, pero que
quieren que les diga, me quedo con “Psicosis II, El regreso de Norman”.
Lo mejor de todo, es que hacía mogollón de años que no me
sentaba frente a esta película, y en este reciente visionado me he dado cuenta
de lo jodidamente buena que es esta secuela.
22 años después del estreno del primer “Psicosis”, Robert
Bloch, autor de la novela en la que se inspira “Psicosis”, decide escribirse la
secuela de su libro y ponerlo a la venta en las librerías, para así los
gerifaltes de universal tener un material en el que poder basar su secuela.
En la novela, Bates 22 años después de los hechos narrados
en la primera parte, se escapa del hospital psiquiátrico huyendo a Hollywood,
dónde se estaba rodando un biopic de su persona. A los productores, este
argumento les pareció una mierda, así que decidieron crear el argumento de
“Psicosis II, el regreso de Norman” desde cero, pasándose la novela por los
cojones, y haciendo una cosa un tanto más cinematográfica, pero del todo
descabellada.
La película cuenta como tras esos 22 años de encierro
psiquiátrico, Norman Bates sale en libertad ya que el juez considera que está curado de su trastorno mental, por lo que las iras de la fiscal Loomis (en
referencia a una de las víctimas de Norman en el primer “Psicosis”) se volcarán
en la persona de Norman hasta limites insospechados. Una vez en libertad,
Norman regresa al motel de su propiedad, y empezará a trabajar en un
restaurante adscrito a un programa de inserción de enfermos mentales. Allí
conocerá a una jovencita que traerá al
hombre por el camino de la amargura.
En su casa, le asaltarán los recuerdos y una serie de
asesinatos hacen pensar que Norman ha vuelto a enloquecer… aunque unos cuantos giros harán que creamos otras cosas durante el desarrollo de la peli.
“Psicosis II, el regreso de Norman”, comienza como una
absoluta mamarrachada – nadie se cree que a un enfermo mental, a un asesino en
serie, se le deje suelto y se le devuelva al lugar donde años atrás las lió
pardas- para que poco a poco la trama
vaya cobrando vida, y se vuelve tan interesante, que es imposible desviar la
atención de la película ni un solo instante. Todo lo que sucede es un misterio, que además, los diversos giros argumentales, volverán aún más
misterioso.
A eso hay que añadirle una cuidadísima dirección de Richard Franklin en la que predominan los
movimientos de cámara (hay una secuencia en la que estando la cámara dentro de
la habitación de Norman, y a modo de transición, esta, sale por la ventana,
avanza por el tejado y baja por la pared, para mostrarnos como unos jóvenes se
cuelan en el sótano de la casa, que
me parece totalmente magistral), los planos picados hasta el extremo, y
unos potentes efectos especiales obra de Greg. C. Jensen (suyos son también los
de “La Masa, un hombre increible”, “Los Goonies” o “Golpe en la pequeña China”) que dejan al
espectador, cuando menos, sorprendido.
El guión es obra de Tom Holland, a posteriori director del
“Noche de miedo” original y de “Muñeco diabólico” y en el reparto, además de a
Tony Perkins, tenemos a una guapísima (casi tanto como su hermana Jennifer) Meg Tilly ( “Fama”, “The Two Jackes”), Vera Miles que ya aparecía en el primer
“Psicosis” en un papel de importancia y a Robert Logia (“Big”, “Sangre
fresca”).
Por su lado, Richard Franklin, es popular por rodar
películas como “Patrick” al que le salió una secuela italiana, “Juego Secreto”a
rebufo de “Juegos de Guerra” o “FX2: Ilusiones Mortales”, secuela de “FX: Efectos Mortales”.
Como curiosidad, decir que un par de años de que se
estrenase la película, se estrenó de modo fraudulento un “Psicosis 2” que nada
tenia que ver con la franquicia protagonizada por Norman Bates, se trataba en
realidad del “Slasher” “Night School”, que cayó en las manos de un
distribuidor, que viendo que a José Frade le salía bien lo de las secuelas
bastardas, lo intentó con esta, teniendo en cuenta que el tipo con casco de
moto que acuchilla aquí a las jovencitas, muy poquito tenía que ver con aquello
tan famoso de Hitchcock de los años sesenta. Les dejamos la caratula del VHS al terminar la parrafada.
“Psicosis II”, la oficial,
ha envejecido muy, muy bien, y no recuerdo pasarlo tan bien viendo una
película en mucho tiempo.