Y “Marbella, un golpe de 5 estrellas”, su segunda película
lo deja claro.
Con producción de José Frade, que en aquella época le
encantaba introducir en sus películas elenco Norte Americano –Ray Milland y Timothy Bottons en “Serpiente de Mar”, casi
todo el reparto de “Descanse en piezas” y “Al Filo del Hacha”, Sharon Stone en
“Sangre y Arena” o Clayton Rohner, RoddyMcdowall y Anthony Perkins en “Los gusanos no llevan bufanda”, lo que es muy
gracioso porque están ahí para dotar la película de glamour, pero claro, al
contratar solo actores alcohólicos, en decadencia e inmersos en la tercera
edad, las películas se convierte en más
roñosas y cutres de lo que por si eran- se procura esta vez un reparto con lo
más granado del cine español de la época , Fernando Fernán Gómez, OscarLadoire, Paco Rabal, Emma Suarez (y sus estupendísimas tetas, que muestra sin
remilgos) para que secunden al protagonista, un Rod Taylor (mitiquísimo
protagonista de “El tiempo en sus manos” o “Los Pájaros”) colorado por los
alcoholes y con muy poquitas ganas de estar en la película que estaba, con un
guion que el propio director escribió junto a Mario Camus. Pues la película se
le quedó grande al caballero porque ¡menudo pedazo de mierda!
Queda claro que “Truhanes” le salió así de casualidad o,
como decía Carlos Pumares, Se la hizo un primo, porque esto es la obra del más
penoso director de serie Z contando una historia enorme cuyo presupuesto no
deja ejecutar debidamente. No parece obra del mismo director.
Cuenta la historia de un americano afincado en Marbella, al
que una noche estando en su yate, observa como una mujer se tira al agua desde
un barco. Al ver que nadie en ese barco la socorre, decide tirarse al agua para
salvarla, lo que en consecuencia propicia que el dueño de ese barco, envista
con este el pequeño yate de nuestro protagonista, destrozándoselo. Tras
denunciarlo y comprobar que tiene a la policía comprada y que no puede hacer
nada al respecto, investigará con el afán de ver a que se dedica. Cuando lo
descubre, se hará pasar por él ayudado por una serie de especialistas, para
cobrar las comisiones que el megalómano cobra en sus transacciones por la venta
de armas.
Mala es decir poco. Y aburrida. Y cutre.
Al ser Marbella una localidad provinciana, a pesar del lujo
y la corrupción que se menea por allí, se ve que la película levantó
expectación durante su rodaje, porque rodaban en exteriores y se utilizaba
gente local como extra. En diferentes blogs perpretados por autóctonos
Marbellíes, se jactan de que la película está rodada en localizaciones de
Marbella y del Puerto de la Luz, y que a la hora de montar, un plano pertenece
a un lugar y el contraplano al otro en la misma escena. Obviamente, esto a los
Marbellíes les parecerá muy gracioso, pero los de fuera de allí, que somos la
gran mayoría, no solo no nos damos cuenta de ello, sino que además, nos la
pela.
La película tuvo una distribución discreta en cines, que
logró acumular el número de 222.284 espectadores. Muy pocos, pero en justicia,
se merecía menos.
Por otro lado, Frade distribuyó la película
internacionalmente bajo el título de “Marbella”. Supongo que encontraría su
nicho en los videoclubes Americano y poco más.