Gran título y gran cartel. Cuando de chaval, y en plena fiebre justiciera, vi semejante caramelo anunciado en las páginas de alguna revista del gremio, comencé a echar babas y no dejé de hacerlo hasta que logré localizarla y alquilarla. Aquello se prometía un film oscuro y ultra-violento al borde de lo moralmente permitido como en aquellos tiempos fue "El Exterminador". ¿Y que me encontré?, algo bastante lejano a tan jugoso concepto.
Si en la serie del "Equipo A" la gente muriese, sería igual que esta peli. Sí amigos, alguien por la red describe "Los Aniquiladores" como la perfecta mezcla entre tan afamado producto televisivo y "El justiciero de la ciudad". Cuanta razón. Y es que tras la cámara tenemos a Charles E. Sellier Jr., o lo que es lo mismo, un realizador que convirtió la sosería, la escasez de todo y la estética de lo simple y estático en todo un arte, como había demostrado un año antes en su película más famosa, "Noche de paz, noche de muerte" (y penúltima, al tio le va más lo de producir). Sellier venía de la televisión, y en su cine se nota, por el modo de planificar, encuadrar y rodar. Todo ello hace que el parecido de "Los Aniquiladores" y "El Equipo A" sea aún mayor, a lo que tenemos que sumar los siguiente elementos: Los justicieros de este film son cuatro, todos veteranos del Vietnam, uno es más mayor y astuto, hay otro algo alocado y sí, uno "de color". Van en una furgo negra (sin raya roja) y les encanta planear emboscadas (para que salgan bien). Siempre actuando al margen de la ley y con la loable intención de ayudar al inocente y al necesitado (a los dos, vamos). Mola.
Terminada la guerra del Vietnam y ya en casa, un veterano descubre que su barrio se ha convertido en un hervidero de mala gente, bandas, tráfico de drogas y violencia. Harto, decide plantar cara, pero le sale mal. Tanto es así que, en fin, muere. Sus ex-compañeros de armas van al lugar y ajustan cuentas con el asesino y, ya de paso, arreglan el barrio por completo.
Charles E. Sellier Jr. intenta dotar al film de una violencia sórdida e impactante, pero su pasado telefílmico le puede y el resultado, por mucho que se esfuerce, termina siendo tan forzado y antinatural que, en fin, no impacta, ni ofende, ni molesta. De todos modos, y a pesar de la apreciación, no os penséis que la violencia salvaje rula a sus anchas en "Los Aniquiladores", porque no (y de los tipos de la carátula olvidaros, ¡no sé ni quien son!).
En el reparto tenemos algunos entrañables rostros ligados a la serie B y las cult-movies como Gerrit Graham ("El fantasma del paraíso", "Terrorvision"), Christopher Stone ("Aullidos", donde interpretaba a un personaje de idéntico nombre), Lawrence Hilton-Jacobs (todo un clásico de la caja tonta y el video-club y que, ¡oh!, en "El justiciero de la ciudad" hacía de matón!) y Andy Wood quien, justo después, se dejaría ver en "Rambo". El malo lo interpreta Paul Koslo (con una cabellera digna del Mel Gibson de "Arma Letal"), al que hemos visto en "El último hombre... vivo" y "Xtro 2" y que, curiosamente, también intervino en algún episodio del "Equipo A"!!!. Joder, ¡solo falta Jan-Michael Vincent y tenemos a la familia al completo!.
A pesar de su sosería y su ritmo zarrapastroso se puede ver si te lo propones, especialmente toda la parte final, lo más dinámico del conjunto. Después de todo ¡a duras penas llega a los 80 minutos, oiga!.