domingo, 19 de diciembre de 2010

DESTROYER (BRAZO DE ACERO)

¿Saben qué me ha hecho siempre mucha gracia del exploitation italiano?, que por mucho que se empeñen, por mucho que vayan a rodar a Estados Unidos o contraten acabados actores americanos, sus pelis continúan siendo indiscutiblemente italianas. Su look, su fotografía, sus zooms, sus diálogos, incluso sus actores sobreactuantes les delatan. Jamás de los jamases he visto una italianada que lograra hacerse pasar por yankee. "Destroyer (brazo de acero)" ("Vendetta del futuro" en su país de origen, "Fists of steel" en países de habla inglesa y -mi favorito- "Atomic Cyborg" en Francia) tampoco.
Supongo que no meto la gamba si digo que este oportuno refrito de "Terminator" es una de las últimas muestras de exploiation italiano "old school", con su inconfundible lista de virtudes y cagadas estético-formales. Encima, a las riendas tenemos a uno de los clásicos, Sergio Martino, que según cuando y donde firmaba con su alias Martin Dolman.
Y sí, la cosa va de un cyborg enviado a destruir a un científico que puede salvar a la tierra de su inevitable final. Pero tiene su lado humano y no cumple la orden, por lo que a partir de ese momento será perseguido por sus "creadores" con intención de destruirlo. Por medio, muchas explosiones, muchos tiros y unas -muy- leves dosis de truculencia a la italiana.
La verdad es que la deuda que "Destroyer" tiene con el clásico de James Cameron es mínima, aunque no se pueden estar de -literalmente- reproducir uno de los momentos más impactantes de "Terminator", cuando el cyborg se repara su propio brazo en una muestra de cirugía a lo burro.
Delante de la cámara tenemos a uno de esos cachas cuadrados que destacaba en los estantes de los video-clubs, Daniel Greene, solo que este se lo montó mejor, colaborando posteriormente en algunos títulos de los hermanos Farrelly (a los que le uniría una notable amistad, presupongo). A su lado, todo un clásico, John Saxon y unos cuantos rostros típicos del cine exploit de la bella italia: George Eastman, Janet Agren y/o Claudio Cassinelli. Tras la cámara, acompañando a Martino, Dardano Sacchetti entre los innumerables guionistas, Claudio Simonetti a los teclados y el inevitable Sergio Stivaletti en los efectos de maquillaje.

Apuntar que la espectacular carátula sería luego plagiada por otro producto italiano de parecidas intenciones pero peor calaña, "Cy-Warrior", el decepcionante debut en la dirección del habitualmente maestro de efectos especiales de maquillaje Giannetto De Rossi (aquí ejemplos). Otra muestra más de cómo la mentalidad copiadora de esta gente rozaba lo absurdo, pues no se limitaban a imitar productos de otras tierras, gustaban también de robarse a si mismos.
¿Y la peli?, pues como todas las italianadas, visionable pero no precisamente la cosa más entretenida del mundo.