Entonces, y
teniendo siempre como máxima influencia a “Paranormal Activity”, The Holy Moly ruedan una película con la
premisa de que un buen cristiano ha encontrado la grabación de unos jóvenes que murieron en extrañas
circunstancias por culpa del demonio. Y se nos muestran las imágenes de ese
material encontrado. Así, vemos como un grupo de jóvenes se encuentran en una
iglesia una revista porno. Al ojearla, esta deja escapar al demonio que les
acosará durante su estancia en esa iglesia de la que no pueden salir.
Entonces aquí
está el quiz de la cuestión; todo en torno a esta “The Lock In” apesta a basura,
no solo por el mensaje anti porno tan deficiente que pretende trasmitir, sino
también en el resultado de la película, un rollazo de tres pares de cojones,
con unos chavales hablando entre sí mientras se recorren una iglesia y dos o
tres momentos de terror. ¿Funcionan esos dos o tres momentos? Quizás yo me
sugestiono demasiado a la hora de ver un found footage, porque lo cierto es
que, conmigo, estos momentos han funcionado. El vídeo es un formato maravilloso
para este tipo de películas y a nada que tengas un buen foco, una oscuridad
total y un par de ruidos bien metidos en momentos determinados, es muy fácil
conseguir cierto suspense cuando estás haciendo un found footage. Y eso es
exactamente lo que le ocurre a esta “The Lock In”, que determinados momentos
funcionan. Logran crear cierta atmósfera en algunos momentos (no en todos, en
otros detectamos perfectamente cómo han sustraído algunos sonidos de otras
películas existentes. Y se nota porque al introducir esos sonidos, la mezcla es
de lo más chabacana) y entonces, con un par de golpes en el momento preciso,
consiguen asustarnos, al igual que lo logran con la imagen de un niño
supuestamente poseído y cuya cara, a base de CGI, austero, pero resultón,
también resulta acongojante. Pero quizás es una cuestión más personal que otra
cosa, porque lo cierto es que esta película sirve para que medio fandom
americano y medio fandon inglés, se mofen de manera despiadada de ella.
Y es que al
margen del miedo que me puedan dar a mí determinadas situaciones filmadas en
vídeo, todo lo demás de “The Lock In” es una basura infecta y pordiosera. No
solo por el uso insípido que se le da a la cámara de vídeo, sino porque
contiene todos los clichés del género introducidos a destiempo, quiero decir,
que los pixelazos, los fallos del vídeo, (fallos estos típicos de found
footage, pero que en la vida real no suelen suceder) están metidos con calzador
incluso en momentos que no vienen a cuento, como al principio, que un muchacho
pone a grabar la cámara y la deja sobre la mesa. Ahí se ven unos cuantos drops
que no deberían estar en absoluto. Continuarán apareciendo cuando al editor mejor le convengan.
Pero sobre
todo, y al margen de estas chapuzas habituales en las películas de poquísimo
presupuesto, lo que es verdaderamente intolerable, es lo aburridísima que es la
cosa, insoportable, ergo, si es cierto que el terror de esta película funciona
en general, esto tampoco compensaría el soportar todo el coñazo de antes,
durante y después.
Pero no deja
de tener cierta gracia que el desencadenante de todo el mal sea una revista
porno en el interior de una iglesia. Desde luego, el mensaje nos queda claro.
Dirige esta
cosa un tal Rich Praytor que previamente había dirigido otra ponzoña de
carácter cristiano y después un par de documentales.
Es tan mala
que a su lado, el primer exploit de “Paranormal Activity” made in The Asylum,
“Paranormal Entity” es una gran película entretenida de pelotas.
Caca de la
vaca. Pero de la vaca loca.