El viejo pirata de Roger Corman se animó a producir en 1980 -bajo su flamante New World Pictures- esta puesta al día, MUY puesta al día, de lo que eran las viejas películas de monstruos que él mismo firmó en los años cincuenta. Alguien diría que, igual que con "Piraña", siguió explotando la moda "Tiburón". Y es posible, pero también muy justo, porque después de todo la magnífica peli de Spielberg era un versión high-tech, y de gran presupuesto, del cine que hicieron Corman y sus contemporáneos. En cualquier caso, la movida va de unos peces mutados por productos químicos que han cogido apariencia humanoide y salen del agua para hacer trizas a los varones y preñar a las damas. Los habitantes del típico y siempre bonito pueblo pesquero de rigor (y mira que me gustan estos escenarios) se pondrán manos a la obra para detenerlos. Sin más.
Ahora, añadan a todo ello un montón de sangre a chorretones, gráfica truculencia y, por supuesto, unas cuantas tetas de infarto, pegadas a cuerpos de infarto, y tendrán... un jodido clásico, así de simple.
Sí, sí, sí. Lo digo: Ya no se hacen pelis como esta. Ya no. Ni se harán, porque por mucho que los haya que intenten recrearlas, siempre se nota el pegote, el rollo forzado. Antes se facturaban así de modo natural, y eso es lo que les confiere la magia indiscutible que títulos como este, como "Superstición" o incluso como la cafre "Demons" poseen. Y cito estas tres porque las he consumido recientemente y todas me han funcionado de maravilla, arreglándome una jornada de visionados mediocres hasta que les llegó el turno de entrar en mi reproductor de dvd.
Muchos ya sabrán lo que se dice de "Humanoides del abismo", que su directora, Barbara Peeters (sin nada más destacable en el curriculum), se negaba a meter todos los elementos "exploitation" que demandaba Corman -especialmente los de tirón sexy, que la señora era una feminista declarada-, así que, ni corto ni perezoso, el productor pilló a otro equipo (comandado por Jimmy T. Murakami, responsable de "Los siete magníficos del espacio". En otras fuentes se cita/culpa a James "Deathstalker" Sbardellati) para que rodaran los momentos en los que vemos a los peces mutantes perseguir y violar muchachuelas, algunas tan impresionantes como la que se despelota en la tienda de campaña (Lisa Glaser). Ver para creer. Naturalmente a Barbara Peeters no le moló nada y se cabreó como una mona, hasta que, años después, cambió de opinión.
¿Que si los monstruos y demás efectos son cutres? Hombre, a ver, los diseños están estupendos, y los bichos gastan un look cojonudo, pero eventualmente sí hay instantes para la risa y el regocijo, aunque poquitos, nada que ofenda y en ningún momento se vuelva contra la peli, muy al contrario, la dotan de muchísimo más encanto.
Como siempre, si damos un repasito al personal, encontramos nombres muy cucos. Actores que andaban un poco de capa caída como Doug McClure o el pobre Vic Morrow. Otros como la prota femenina, Ann Turkel, que luego veríamos en una de Fred Olen Ray. La neumática Linda Shayne, también presente en "Los Rompecocos" o "El día de la graduación" (básicamente, es la que sale en la caratula del vhs patrio). Actualmente se ha reciclado en "reputada" directora, renegando así esos primeros papeles.
En el apartado técnico, localizamos novatillos de actual prestigio -más o menos- como el compositor James Horner, Mark Goldblatt montando (ya saben, cortó y pegó "Rambo", "Commando" o "Terminator 2", e intentó dirigir con "Vengador (Punisher)"), Gale Anne Hurd (la famosa mano derecha de James Cameron, profesional y pajeramente hablando) en plan chica de los recados, Chris Walas, Rob Bottin y Steve Johnson en los efectos especiales -estos dos últimos interpretando a sendos humanoides. Johnson disfrutaba como un enano contado en redes sociales sus batallitas durante el rodaje- o Peter Manoogian (futuro director en el imperio Charles Band, que terminó firmando cosas como "Eliminators", "Arena, ring de las galaxias" o "Demonic Toys")
Decir que, ya de lleno en los 90, Roger Corman produjo un remake de "Humanoides del abismo" y otro de "Piraña", reseñado en su día, destinados a la caja tonta y altamente olvidables. Ya conocen lo jeta que era/es el hombre. La mitad del material estaba sacado directamente del film original, solo cambiaban los actores y algunas ideas horribles añadidas que intentaban adaptarse a los gustos de la década. En el caso de "Humanoides...", recuerdo un especie de huevo, capullo o larva enorme de donde salían los bichos. Todo muy ridículo.
Hace ahora ocho años, Víctor ya se curró su propia reseña del "Humanoides del abismo" primigenio, en la que, básicamente, venía a decir lo mismo que yo: que es una auténtica delicia altamente recomendable.