Primera película para lucimiento musical de Peret que, a su vez, es un remake de un viejo título de los años 50, “Amor sobre ruedas”, dirigido por Ramón Torrado. Para esta versión moderna protagonizado por el rey de la rumba, los productores José Antonio Cascales y Benito Perojo, contaron de nuevo con los servicios de Torrado a la dirección.
Se trata de un vodevil típico de nuestro cine clásico, con Peret soltando a diestro y siniestro los éxitos más rutilantes de su emergente carrera en 1969, y subiendo y bajando escaleras, entrando y saliendo por puertas, mientras se desenmaraña la trama de enredo que, por supuesto, acabará bien.
Peret es un taxista de Madrid con un especial talento para la rumba. Un día entra en su taxi a una cantante de éxito que ha regresado a España tras una gira triunfal por Latinoamérica. Como esta quiere pasar inadvertida, finge ser la peluquera del hotel al que Peret la ha de llevar. Pero durante el trayecto se genera un feeling entre ambos, liándose la madeja cuando se enamoran, y ella tiene que hacer triquiñuelas para que Peret no descubra que se trata de la afamada cantante. A la par que todo este enredo, no se perderá ocasión para que nuestro protagonista se cante, guitarra en mano y acompañado de sus palmeros, alguna que otra cancioncilla.
A Peret se le presentó la oportunidad y no la dejó escapar, si bien puso todas las pegas del mundo porque no podía aprenderse el guión debido a un problema que sufría de convergencia visual y le impedía enfocar correctamente sus textos. Al respecto, hay quien dice que es que no sabía leer del todo bien. Como fuere, se adaptó el rodaje de tal manera que el cantante pudiera improvisar.
No está mal, una españolada de las de toda la vida, a estas alturas con un tono absolutamente demodé (con ese muestrario de patillazas que lucen los varones, los colores saturados de la fotografía, o esa chupa de cuero arcaica que, en algunos momentos, viste Peret en pantalla), entretenida y agradable, con el aliciente de contar en su reparto con el artista musical de moda entonces y un reparto de actores clásicos que, siempre, da gusto ver.
Así, como partenaire femenina tenemos a Nieves Navarro, y en papeles secundarios (agárrense) contamos con Fernando Sancho, Florinda Chico, José Sazatornil “Saza”, María Isbert, Xan Das Bolas, José María Tasso, Rafaela Aparicio y, entre otros, a un joven e irreconocible Pepe Sancho, que acometía uno de sus primeros roles casi en calidad de figurante.
Como era habitual en nuestro cine, y como buen vehículo para lucimiento del cantante, “Amor a todo gas” fue un éxito sin precedentes que llegó a congregar a casi dos millones de espectadores, siendo una película que, posteriormente, alcanzó altísimos índices de audiencia en televisión y generó una de las canciones más populares de Peret, concretamente la que da título, es decir, “Amor a todo gas”.
El equipo técnico cuenta asimismo con la presencia de José Ulloa, quien empezaba como asistente o, lo que es lo mismo, trayendo cafés al set.
En cuanto al director, Ramón Torrado, está considerado uno de los más grandes artesanos de nuestro cine quien, especializado en lo folclórico y popular. Puso su cámara al servicio de Manolo Escobar en unas cuantas ocasiones, así como dirigió los vehículos para René Muñoz “Fray Escoba” y “Cristo Negro”, amen de un puñado de clásicos de los años 40 y 50 hoy intocables.