domingo, 2 de diciembre de 2012

MIL PALABRAS

Lo primero de todo: Eddie Murphy tiene 51 tacos a sus espaldas ¿Cómo hace este negro para estar exactamente igual que con 20? .
El caso es que es curioso el fenómeno Eddie Murphy, que pasó de ser uno de los cómicos más cotizados a ser un veneno para la taquilla. Lo es tanto, que tras varias intentonas de retomar el éxito con películas diseñadas a su medida, en España los distribuidores pasan de jugársela y deciden estrenar su ultima película directamente a dvd. No ha dado un duro. ¿Y que le pasa a la película?. Absolutamente nada, es una película de Eddie Murphy, como todas las de Eddie Murphy. De hecho, probablemente sea la mejor de las últimas que ha hecho, rollo mainstream, factura impecable y todo muy de estudio. Es un hecho también, que la comedia americana en España, ya no es de recibo en las taquillas. Películas que me cago por ver como “Los Amos del barrio”, con ese triunvirato atómico que es Ben Stiller, Vince Vaungh y Jonah Hill, apenas si ha aguantado en cartelera un par de semanas, o peliculones como “Un golpe de altura” pasan totalmente inadvertidas. Pero las de Murphy en solitario actuales, no dan pasta ni en los USA. Y el problema está en Murphy. Entrecomillad lo de “Problema”. Porque Murphy, no ha dejado de ser Murphy y no ha variado su estilo ni un ápice, el mismo tipo de papeles, el mismo tipo de humor, la misma verborrea acelerada. Lo que le convirtió en estrella en los ochenta, hoy en día se queda desfasado y, supongo, ya no hace gracia. Sin embargo, a mí me sigue funcionando.
Un editor literario que solo piensa en el dinero, tiene facilidad de embaucar a cualquiera con su labia. Se da cuenta de que hay un gurú de corte espiritual de rollo hindú, con un poder de convocatoria impresionante que ha escrito un libro, luego intuye que ese libro tendrá unas ventas millonarias. No entiende como nadie ha editado el libro todavía. Así que va a verle y firma un contrato. Lo que no sabe es que el libro de este señor solo cuenta con cinco páginas.
En una de estas, de la nada, aparece un árbol en su jardín, a lo que el gurú le dice que ese árbol está conectado a el y que cada palabra que el dice, cae una hoja de sus ramas, y que cuando el árbol pierda todas sus hojas, morirá, y por lo tanto, el morirá también. Así tenemos a Eddie Murphy el resto de la película, desenvolviéndose con la mímica, mientras el gurú se va de viaje a intentar ver como hacen para solucionar el problema.
Bien, correcta, con sus gags, Eddie Murphy en su salsa y en definitiva, entretenida. Lo malo es la apestosa moraleja final, muy de Eddie Murphy por otro lado, pero vamos, nada a desdeñar. Pero los adolescentes que son los que van al cine, no comprenden los aspavientos y el humor para todos los públicos que se gasta Murphy últimamente, ergo, normal que sea un fracaso.
En la dirección tenemos a Brian Robbins, que se gana la vida haciendo televisión y que ha rodado películas “Fast food” como la ignota, pero divertidísima “Listos para luchar”, “Hardball”, “Cariño, estoy hecho un perro” o las ultimas ponzoñas de Eddie Murphy “Norbit” y “Atrapado por un pirado”.