Los diabolicos punks de INTREPIDOS PUNKS, vuelven esta vez dirigidos por un más efectivo Damián Acosta Esparza (EL VIOLADOR INFERNAL), en esta secuela en la que deciden vengarse del policía que se metía con ellos, masacrando a toda su familia, en una celebración familiar. Al poli le dejan vivo ya que según Tarzán, el líder de los punks, “Debe seguir vivo para maldecir este día por los restos”. Eso sí, el policía, dimite en el cuerpo para ajusticiar como dios manda a todos los miembros de esa banda.
Lo cierto, es que debería haberse llamado “La Venganza del Paul Kersey Mexicano”, puesto que en realidad, lo que nos encontramos aquí es un descarado plagio de cualquiera de los DEATH WISH, de hecho, Fidel Abrego, el actor que da vida al policía justiciero es un clon de Charles Bronson, buscado además aposta. Es igualito, bigotillo fino cara de estreñido e incluso en la ropa han buscado que el vestuario sea similar a los modelitos que lucía Charles en su maravillosa saga.
Así pues, se intercambien entre si las ya clásicas secuencias en las que los Punks violan y hacen de la violencia su bandera, con otras en las que este Bronson de pacotilla, da cuenta de manera creativa de todos estos energúmenos. Incluso un lanzallamas se saca de la manga.
El resultado es mejor que el de su predecesora, pero desciende el nivel de sangre y violencia y se hecha de menos una carismática canción punk que acompañe las fechorías de estos, como si ocurría en la primera.
Del reparto original, solo queda Tarzán, el líder interpretado por un tal “El fantasma” que por su aspecto y nombre, intuyo que se trata de algún luchador de Wrestling. Lo que si es cierto es que aparte de estas dos entregas de los Punks, no volvió a aparecer en mas pelis.
Está majilla.
Lo cierto, es que debería haberse llamado “La Venganza del Paul Kersey Mexicano”, puesto que en realidad, lo que nos encontramos aquí es un descarado plagio de cualquiera de los DEATH WISH, de hecho, Fidel Abrego, el actor que da vida al policía justiciero es un clon de Charles Bronson, buscado además aposta. Es igualito, bigotillo fino cara de estreñido e incluso en la ropa han buscado que el vestuario sea similar a los modelitos que lucía Charles en su maravillosa saga.
Así pues, se intercambien entre si las ya clásicas secuencias en las que los Punks violan y hacen de la violencia su bandera, con otras en las que este Bronson de pacotilla, da cuenta de manera creativa de todos estos energúmenos. Incluso un lanzallamas se saca de la manga.
El resultado es mejor que el de su predecesora, pero desciende el nivel de sangre y violencia y se hecha de menos una carismática canción punk que acompañe las fechorías de estos, como si ocurría en la primera.
Del reparto original, solo queda Tarzán, el líder interpretado por un tal “El fantasma” que por su aspecto y nombre, intuyo que se trata de algún luchador de Wrestling. Lo que si es cierto es que aparte de estas dos entregas de los Punks, no volvió a aparecer en mas pelis.
Está majilla.